¿Por qué los niños pueden estar horas y horas delante de videojuegos que en ocasiones son arduos, con dinámicas sencillísimas y en muchas ocasiones profundamente repetitivos y les cuesta dedicar más de 15 minutos a actividades escolares? Porque tienen pequeños retos, resultados rápidos y un entorno de juego. Conocer técnicas y dinámicas de gamificación facilita el trabajo del profesor porque lo hace más ilusionante y eficaz. Con un planteamiento bien ejecutado se puede provocar que casi cualquier persona sea movida a realizar una acción, esta es la clave de la gamificación, incidir en las motivaciones que mueven a las personas a realizar determinadas acciones. Además de útil es sencillo: usar técnicas de gamificación en el aula es fácil, si sabes cómo. Pueden ayudarte a conseguir pequeños o grandes retos con tus alumnos de forma amena y divertida.